PRESENTADO
POR WATER CARE
No importa tu edad, tipo de piel o la
condición que tengas, un régimen adecuado para el cuidado de tu piel es la
parte esencial para un rostro saludable. Lo mismo pasa con nuestro cabello.
Viviendo en una isla en donde la humedad es la orden del día, cuidar y no
utilizar los productos correctos para mantener esas “greñitas” en su sitio
puede mantenernos desenfocados durante horas y concentrados en acomodarlas
durante todo el día.
A pesar de todo ese dinero que invertimos en
esas cremas, jabones, champús, acondicionadores, sueros, tónicos, etc... a
veces no obtenemos los resultados que queremos. Nos pasamos el día entero
preguntándonos o mejor dicho, quejándonos de por qué nada nos funciona si hemos
seguido los pasos que vimos en la revista. Compramos todo lo que la bloguera
nos recomendó para tener un cabello brilloso y hasta hicimos la mascarilla de
cúrcuma que vimos en el video de facebook para despedirnos del acne. A pesar de
intentarlo todo, nada parece darnos resultado.
Antes de estresarnos (ya sabemos lo que esto
le hace a nuestra cara) y “halarnos” los pelos, debemos pensar en el
denominador común de ambos problemas: agua. Aunque parezca incierto, la
realidad es que la mayoría del tiempo el agua, que no tan solo consumimos, sino
que utilizamos diariamente, está repleta de minerales, químicos, metales
disueltos, entre otros que pueden reflejar cambios notorios en el cabello y la
piel.
Son muchísimos agentes que poco a poco nos
maltratan de manera silenciosa y que a su vez pueden ser los causantes de esos
problemas indeseados contra los que luchamos diariamente.
Podríamos decir que Puerto Rico cuenta con un
nivel de calidad de agua bastante saludable, sin embargo, es normal encontrar
este tipo de sedimento en la misma. Como saben, el agua de pluma contiene una
alta cantidad de calcio y magnesio, dos elementos que no solo aumentan el pH
del agua, sino que combaten todo producto que utilices al momento de limpiar tu
piel o cabello. Causando en sí, un limpiado ineficiente.
De la misma manera, al utilizar un tipo de
agua con un pH bastante alcalino(básico) estamos haciendo que los jabones que
usamos no se disuelvan bien con el agua y se acumulen, causando acné y arrugas
en nuestra piel.
Por otro lado, cuando se trata de nuestro
cabello, el problema es tan común que hasta existe un término específicamente
para este tipo de problema: “hard water hair”. Esto significa que luego de
lavarnos el cabello tantas veces, la acumulación de minerales crea una capa en
cada una de tus hebras. El depósito de estos hace que las mismas se dañen, ya
que previene la humectación y causa resequedad, nudos y la apariencia del pelo
maltratado.
Para combatir estos problemas existe un sin
número de soluciones. Puedes comenzar con comprar productos que estén hecho
para “hard water hair”. Pero la realidad es que continuaríamos comprando champús y acondicionadores que no nos dan
resultados.